Conocí a Isabel Prieto Prieto en su visita a Tabasco con motivo del despliegue de Vasanta hacia la zona petrolera de este estado. Con ella recorrimos la zona de trabajo, visitamos Paraíso y Centla. En el trayecto y observándola encontré a una mujer alegre, con energía, muy comprometida con su responsabilidad en Altán, sensible y conocedora de la problemática nacional de las telecomunicaciones.

Isabel Prieto es licenciada en Economía por el ITAM y con maestría en Administración pública por la Kennedy School de la Universidad de Harvard. Trabajó en banca de inversión en Nueva York y México (James D Wolfenshon y J.P. Morgan), así como en la Secretaría de Programación y Presupuesto en el grupo de asesores del Dr. Pedro Aspe y en el Banco de México con el Dr. Agustín Carstens. Fue directora en México del fondo de pensiones canadiense CDPQ, accionista actual de Altán. Entró a Altán en junio 2017 como directora de Relaciones institucionales y Comunicación, y en diciembre 2017 fue nombrada directora Corporativa.

Platicar con la directora corporativa de Altán es siempre enriquecedor, agradecemos el tiempo que nos brindó para conocer más del sector de las telecomunicaciones en México desde sus valiosos puntos de vista.

Vasanta Magazine (VM).- Isabel ¿Qué beneficios trae a los mexicanos la existencia de la Red Compartida?

La Red Compartida que desarrolla Altán es una iniciativa innovadora, un proyecto transformador del mercado de telecomunicaciones.  Fue pensado para romper paradigmas y lograr una mayor conectividad y competencia en telecomunicaciones en el país.

México ha tenido grandes avances en las últimas décadas, pero aun contamos con una enorme brecha digital que tiene a cerca de 40 millones de personas sin acceso a internet, y a millones con redes 2G -solo de voz- o 3G que no permiten una experiencia como la que se demanda en la actualidad.

Estos retos llevaban muchos años analizándose, hasta que una vez despejadas las bandas de frecuencias en el espectro de los 700 MHZ (utilizadas para la TV analógica), como se recomendó por los organismos internacionales en la materia, las reformas a la Constitución en materia de Telecomunicaciones en 2013 asentaron la creación de una red pública compartida de tipo mayorista para impulsar el acceso de la población a la “banda ancha” y fomentar la competencia para mejores opciones de servicios y precios.

Altán es la empresa privada mexicana encargada de desarrollar este proyecto de la Red Compartida que es una red móvil mayorista 4.5G-LTE, en un contrato de Asociación Pública-Privada (APP) con el gobierno federal. Altán tiene el compromiso de cubrir para 2024 al menos al 92.2% de la población del país, lo que permitirá no solo cubrir de más opciones a los habitantes en núcleos urbanos, sino llegar a los mexicanos que realmente han vivido en rezago digital por las demás redes existentes.  A la fecha, más del 50% de la población mexicana está ya cubierta con disponibilidad de la red. Para poner esto en perspectiva, nuestra cobertura cubre a alrededor de 60 millones de personas y esto es superior a cubrir la población total de países como España (46 millones de habitantes), o de Corea del sur (51 millones) o de Canadá (37 millones) o de países sudamericanos como Colombia o Argentina (45 millones).

Es importante señalar que la Red Compartida es la única red con obligaciones de cobertura poblacional y cobertura social. En enero del 2021, Altán cubrirá al 70% de la población y al menos 82,119 localidades de menos de 250 habitantes y 10,592 localidades entre 500 y 5000 habitantes.

VM.- ¿Cuáles son las características de la Red Compartida que le permiten competir en un mercado oligopólico, en un mercado donde una sola empresa lleva dominando 25 años? 

México es un país con un agente económico preponderante (AEP) que domina el mercado con cuotas que dificultan un ambiente competitivo que facilite la entrada de operadores móviles virtuales en favor de los usuarios, especialmente de aquellos más rezagados. Por ello la Red Compartida fue pensada desde un inicio como una red mayorista con un modelo universal, neutral y no discriminatorio. Esto ha permitido la creación de decenas de operadores y/o comercializadores de servicios de telecomunicaciones y que puedan enfocar sus inversiones y recursos en desarrollar un negocio competitivo sin tener que invertir en “Capex” (Capital Expenditure o gasto de capital) siendo que Altán es el que invierte en desplegar, operar y mantener la red.

Altán ofrece sus servicios a través de una oferta de referencia equitativa para todos los operadores que lo deseen, y al no competir con ellos por el consumidor final (como sí lo hacen las otras empresas móviles con oferta mayorista y minorista), todos sus esfuerzos están enfocados en el éxito de sus clientes. Este modelo está permitiendo la creación, crecimiento y convergencia de muchos operadores para equilibrar más el mercado.  

VM.- En el despliegue de infraestructura Isabel, ¿cuáles han sido los mayores retos?

El despliegue de nuestra red, una red totalmente virtualizada y conectada por fibra óptica en su mayoría, responde a un calendario de hitos de entrega de cobertura poblacional muy claros. En menos de 11 meses tuvimos que desplegar para el 30% de la población y el 25% de los llamados Pueblos Mágicos, lo que nos centró en los principales centros urbanos del país. Para nuestro segundo hito, el 50% de la población que cumplimos este pasado diciembre, extendimos nuestra mancha de cobertura a más de 30 ciudades en total, incluidos 21 mil poblados rurales y 56 Pueblos Mágicos. Ya estamos no solo en el despliegue para el 70% de la población, sino paralelamente extendiendo cobertura 4.5G-LTE para más de 82 mil localidades con menos de 250 habitantes y 10 mil 500 entre 500 y 5 mil habitantes, el México desconectado.

Uno de los retos a los que nos hemos enfrentado en el despliegue es la comprensión de los municipios sobre el beneficio que llega a sus comunidades y así agilizar los trámites de construcción e instalación que son tan diversos y, lamentablemente, discrecionales en cada lugar. Por otra parte, conectar esas antenas para hacerlas parte de una red, implica el reto de desplegar fibra óptica en lugares dónde hoy no existe y en condiciones difíciles. Otro desafío importante ha sido la inseguridad y el vandalismo en ciertas zonas, lo cual nos ha obligado a instalar infraestructura en otros sitios menos riesgosos para la operación.

Nos manejamos, por el tipo de contrato que tenemos y por las políticas de nuestros accionistas nacionales e internacionales, con altísimos niveles de anticorrupción, lo que nos ha impedido alguna vez instalarnos en algún sitio, para detrimento de la población que iba a ser cubierta. Nos hemos enfrentado a muchos desafíos, tal vez los más significativos hayan sido los sismos del 2017 que nos tomaron en momentos críticos del plan y del que salimos victoriosos pero la misión de Altán siempre ha sido más grande que cualquier obstáculo, lo que nos ha impulsado a alcanzar lo que todos consideraban imposible.

VM.- Desde tu opinión por qué es tan importante reducir la brecha digital en México?

No podemos pensar en un México mejor si seguimos divididos entre los conectados y los desconectados. La conectividad es un derecho fundamental de la sociedad digital moderna, así como para el siglo pasado representó la electrificación del país (y que hoy está al 98%). El acceso a la información se da a través de un acceso al internet y a las aplicaciones tecnológicas con calidad y velocidad de descarga de datos. No podemos pensar en una transformación cuando unos mexicanos por sus condiciones económicas o geográficas solo pueden usar el celular para hablar y no para descargar información o intercambiar datos de utilidad. No podemos pensar en una mejor educación si las escuelas no pueden conectarse al mundo del conocimiento. No podemos pensar en un mejor sistema de salud si no hay conectividad para usar la telemedicina para consultar a distancia a los mexicanos más apartados. No podemos pensar en crecimiento económico del país cuando no hay una inclusión financiera que lleve servicios bancarios a cualquier rincón. No podemos ser más democráticos y aspirar a un estado de bienestar general si solo unos cuantos estamos verdaderamente conectados.

VM.- ¿La tecnología que usan para el despliegue de la Red Compartida es uniforme en calidad?

Sí, por obligación, como no la tiene ninguna otra red, nuestra mancha de cobertura es continúa, o sea, manejamos el mismo estándar 4.5G-LTE (el último del mercado) en toda la mancha hoy disponible para más de 60 millones de personas. Ello nos lleva a una red que no discrimina la experiencia de servicio sin importar lugar geográfico o condición económica de la comunidad cubierta. La calidad ofrecida es la misma en toda la red, no importa si estás en una zona de alto nivel socioeconómico en la CDMX, o en el municipio de Jalpa de Méndez en la Chontalpa en Tabasco, la experiencia de la red está diseñada para ser la misma para los todos usuarios.

VM.- ¿Cómo migrará la Red Compartida a la tecnología 5G?

Al usar la última versión del estándar LTE (la número 13) nuestra red es “5G-ready”, o lista para 5G. Somos la única red “nativa” en 4G, lo que nos permite migrar con facilidad al estándar 5G cuando sea el momento indicado. Todo nuestro diseño de red ha sido pensado para prestar 5G en un futuro muy próximo. Hoy ya somos 4.5G, con velocidades que ya permiten un “internet de las cosas”, ofreciendo la mejor experiencia del mercado. Esta capacidad nos permite brindar a nuestros clientes y a sus usuarios una ventaja tecnológica que incide en su servicio.

VM.- ¿En un sector como el de las telecomunicaciones donde la participación de las mujeres es reducida comparación con la de los hombres, tienes alguna estrategia para impulsar el trabajo de las mujeres dentro Altán?

Somos una organización que busca la equidad de género, que la o el mejor profesional cubra una posición, incluso rompiendo moldes (por ejemplo: ha habido un hombre en una posición del pool secretarial, o nuestra responsable de Seguridad física en oficinas es mujer). Tenemos compañeras ingenieras, abogadas, mercadólogas, administradoras, financieras. Sabemos que hay mucho por hacer, porque el reconocimiento del trabajo de las mujeres es una conquista no solo de empresa sino social, de país, pero tenemos todo el apoyo de nuestro consejo y nivel ejecutivo para ir logrando más equidad en nuestra empresa.

Por Laura Jeanette Ara Cantún.

Directora Vasanta Magazine

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